Emocionado, con la voz temblorosa al principio, firme después, el flamante Premio Cervantes de Literatura 2008, Juan Marsé, ha desgranado en el paraninfo de la Universidad de Alcalá un discurso comprometido con la literatura que cuenta "buenas historias". En presencia de los Reyes de España, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde y otras autoridades políticas, culturales y académicas, Marsé ha arremetido contra la literatura "del ombligo"(la llamada metaliteratura): "Me deja frío". El novelista ha defendido el valor de la memoria compartida "que fue durante años sojuzgada, esquilmada y manipulada", así como su identidad de catalán que escribe en castellano. Ha afirmado que los pensamientos y las ideas "deberían merecer más atención y consideración que la lengua en que se expresan". |
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